Dolor de corazón.

Muchos de ustedes, y más tras leer la presentación de esta bitácora, sabrán que durante muchos años presté mis servicios en La Armada Española, donde finalicé, lamentablemente por causas de salud como Suboficial.

Dí lo mejor de mí a La Armada y por consiguiente a mi País. Nunca destaqué como un gran estudiante, yo diría normalito y del montón.

Siempre fuí leal a La Armada, a mis superiores, compañeros y subordinados en cada etapa que pasé.

Cada día que pasa, ya hace más de diez años que dejé La Armada, la echo de menos. El mero hecho de ponerme el uniforme, calarme la gorra e ir a mi destino suponía una alegría y un orgullo que dificilmente pueda comparar y que no he vuelto a sentir.

Muchos, tras abandonar la Armada, parece que les falta tiempo para empezar a criticarla. Nada más lejos de mi intención, sino todo lo contrario. Los buenos y malos momentos que allí pasé me hicieron ser más maduro, más trabajador, más honrado…… Los valores que en la Armada me inculcaron aún están presentes en mi vida diaria. Eso nunca lo olvidaré y, me enorgullezco de ellos.

Por eso me duele tanto lo que ahora les voy a contar.

Como por arte de magia (diré el pecado pero nunca el pecador), caen en mis manos las notas finales de los aspirantes admitidos para el acceso a la Escala de Suboficiales tanto de la Armada como de la Infantería de Marina.

Estas notas son el resultado de una promoción interna entre soldados y marineros profesionales con los empleos militares de Soldado/Marinero, Cabo y Cabo 1º. A día de la fecha no pueden acceder civiles; quién sabe lo que ocurrirá en el futuro.

Las pruebas o exámenes fueron convocadas por Resolución de la Subsecretaría de Defensa.

Para poder acceder a los Centros Docentes Militares y ser Suboficial, se deben superar una serie de preubas tales como, Concurso (donde se valora el currículum del aspirante, tiempo de servicio, destinos en unidades operativas, condecoraciones, etc), Exámenes culturales (Matemáticas, Fisica, Lengua y Literatura, Prueba psicológica, Inglés, Geografía e Historia), Exámenes de caracter militar, Exámen teórico de Especialidad, Exámen práctico de Especialidad, Reconocimiento Médico y Pruebas físicas.

Estos ejercicios se puntuan, excepto el de Concurso, de la siguiente forma:

– Ej. 1. Ciencias matemáticas y físicas (máximo 10 puntos).

– Ej. 2. Lengua Castellana y Literarura (máximo 10 puntos).

– Ej. 3. Prueba psicológica (Máximo 5 puntos).

– Ej. 5. Lengua Inglesa (Máximo 6 puntos).

– Ej. 6. Conocimientos Militares de carácter general (Máximo 2 puntos).

– Ej. 7. Geografía e Historia de España (Máximo 2 puntos).

– Ej. 8. Teorico de Especialidad (Máximo 10 puntos).

– Ej. 9. Práctico de Especialidad (Máximo 10 puntos).

– (RN) Reconocimiento médico y (EF) pruebas físicas (apto o no apto).

Al mirar las listas de admitidos, observo con gran sorpresa notas como estas que les indico a continuación (la mayoría son así. No se asusten)

Concurso           Ej.1           Ej.2           Ej.3           Ej.5           Ej.6           Ej.7           Ej.8           Ej.9           RN           EF

10,718              3,248      4,208      2,234        1,954      0,889      0,867       3,133        0,000          A             N

13,555              0,000    2,875       1,223        0,636      0,607     0,467       2,533        1,783           A             A

23,566             2,820      3,083      2,766        2,091       1,022     1,100       2,333         2,250          A            A

…..Bueno, para qué seguir. De pena. Estas notas corresponden a personas que dentro de dos años serán Suboficiales, ahí es ná.

Y el caso es que en la política gubernamental de crubrir puestos, de que las estadísticas sean buenas, de que los números cuadren, …… pues eso, vale cualquiera aunque no esté preparado.

Como contrapartida, se está deteriorando un cuerpo al que siempre amé. Los Suboficiales que están trabajando y dejándose la piel en su empeño, intentando hacer casi lo imposible para que todo salga bien. Los Oficiales, que auxiliados por los Suboficiales, son los mandos y los responsables de nuestros buques……¡Qué Dios coja a ambos confesados!.

Desde esta humilde bitácora, mi denuncia ante la vergonzosa actuación de nuestros gobernantes, de la Ministra de Defensa y todos sus jerifaltes chupopteros y mi más sincero apoyo, respeto y admiración a mis antiguos compañeros Oficiales, Suboficiales, Cabos Primeros, Cabos y Marineros. 

Que la Virgen del Carmen, Estrella de los Mares, os guíe y tengais buena mar. 

 

 

Un añito.

En tal día como hoy, hace exactamente un año, decidí borrar mi anterior bitácora «Más al sur» y crear esta. Hoy celebro nuestro primer cumpleaños intentando siempre hablar muy clarito.

Ha pasado un año y parece que fue ayer. Con algo más de 5500 visitas no puedo decir que este batiendo records, aunque tampoco lo pretendo.

Recuerdo perfectamente que en mi primera entrada escribí algo parecido a esto «»Mi único fin es contar a quien quiera “oir”, en este caso leer, los pensamientos y las inquietudes de quien considera debe contarlas porque…. si no podemos expresarnos librementes qué podemos hacer»».

A día de hoy queridos amigos doy fe de que lo he conseguido. He escrito aquello que queria expresar y he sido siempre consecuente con mis iedas.

Hoy es un día de felicidad, un año escribiendo y muchos amigos dándome aliento para continuar. Quero hacer una especial mención en este día a amigos como Ana Ros, Nacho Martinez, Salvador Sánchez, Fausto Santa Bárbara, Juan Carlos Piña, etc., que siempre han estado apoyándome y alentándome, tambien mención especial a Bloggeros (y sus blogs) como «El republicano digital», «La verdad política», «Tormenta de ideas», «Mis ideas cotidianas» o «Desde el 5º B», entre otros. Tambien un especial agradecimiento a una persona (internauta) cuyo nick es «la isla misteriosa»; desde el respeto y la educación hemos mantenido alguna que otra «batallita» de discrepancia de ideas y me ha aportado muchas veces más de lo que yo, quizas, le he podido aportar a ella/el. En definitiva, gracias a todos.

Hoy es un gran día.

No haré comentarios sobre la nefasta celebración de los actos del Bicentenario 1810 en mi ciudad (San Fernando).

No haré comentarios sobre la nefasta gestión política del alcalde de mi ciudad, tampoco.

No haré comentarios sobre por qué, por ejemplo, el Museo Histórico Municipal de mi ciudad está cerrado despues de tantos meses de obra; y cuando se le pregunte al Delegado de Turismo, Sr. Prado, por qué está cerrado, este diga «yo estoy de vacaciones».

No haré comentarios sobre la atención sanitaria en Andalucía. Tenemos el «honroso» provilegio de haber caido al 10º puesto nacional.

No haré comentarios sobre las millonarias subvenciones otorgadas por el Sr. Griñan al Reino de Marruecos, a la sazón ferreo absolutismo norteafricano.

No haré comentarios de que tengamos un paro superior al 20% de la población, siendo la población joven la que alcanza casi un 40% de ellos.

No haré comentarios sobre la Sra. Pajín, a saver que le está «pajineando» al dictador cubano en su visita.

No haré comentarios sobre la que considero peor Ministra de Defensa de la historia, si, si, aquella que dijo «»Todos somos Pepe Rubianes»».

No, no haré comentarios, hoy es un día feliz. Esta bitácora ha cumplido un año.   

Infanteria de Marina. Recuerdos.

Ni mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, ni mi juventud, veinte años en tierras de Castilla.

Recuerdo mi juventud en la Armada; de hecho, creo que no tengo otro recuerdo. O al menos mejor.

Recuerdo que mi «hola, bienvenido», fue correr en el patio de armas de la Escuela una larga, muy larga tarde de verano. Recuerdo que al final del «palizón» nos dijeron: «esto es lo que os espera en la Armada, trabajo, sudor y sacrificio».

Recuerdo que durante el primer año de Escuela tenia prohibido andar; debía ir corriendo a todos sitios. Recuerdo que mi primer año de embarque fue en un Destructor que se movía incluso amarrado en puerto. Recuerdo aquellos chorizos criollos nadando en aceite para cenar y aquellas camas con summier de lona.

Recuerdo las horas de estudio, los días de guardia, las noches en vela.

Recuerdo a los Infantes de Marina, cuando pasaban por delante de la Escuela corriendo con su equipo, cantando canciones al uso y sacando pecho, orgullosos de lo que representaban. Eramos rivales y compañeros. Todos eramos de la Armada.

Pero ellos, los Infantes, pertenecían al Cuero de Infantería de Marina. La más antigua del mundo (1537) y pese a la eterna rivalidad entre «lagartos» y «popeyes», eramos amigos y compañeros.

El Cuerpo de Infantería de Marina era un Cuerpo Independiente a las órdenes de su Comandante General.

Recuerdo que yo quise ser Infante.

Hoy mantengo a mis amigos y antiguos compañeros de la Infantería de Marina Española. Hoy siguen siendo hombres orgullosos del uniforme que visten, de sus condecoraciones e insignias, de su pantalón de franjas y su traje mimetizado, de sus mangas remangadas en invierno y en verano, de su sacar pecho y de, como dice su himno, por la Patria su sangre derramar….

Pero hoy ya no es aquella Infantería de Marina que conocí, los hombres cambias y los valores se inculcan, pero ya no son aquel Cuerpo independiente. Les han bajado un escalón, les han degradado. En base a una absurda excusa de operatividad, les han supeditado a las órdenes del Almirante de la Flota. No les manda su General, o al menos, no es así como quieren que les manden. No lo querría así Carlos I, no.

Les han quitado su orgullo y su honor, sus caras ya no son las de antes. ¿Por qué no se aplica aquí la memoria histórica?

No obstante, siguen siendo Infantes. señora Ministra de Defensa, aún siendo usted una inepta como ministra de defensa no conseguirá nunca cargarse al Cuerpo de Infantería de Marina. Se lo prometo. 

Seguirán ejecutando el exacto cumplimiento de las órdenes recibidas, seguirán repartidos por todo el mundo cumpliendo con su deber y llevando siempre los colores de nuestra bandera como pabellón, ya sea en  Angola, Mozambique, El Salvador, Guatemala, Yugoslavia, Nicaragua, etc., seguirán sobre todo, siendo Infantes.

Sabed Infantes que, muchos quisieron ser como vosotros, pero solo unos pocos lo consiguieron.

 

 

Por el mar corren las liebres…

Pinocho

Querido nieto, decía el abuelo antes de empezar su historia. Hace mucho, mucho tiempo, en un reino hoy olvidado, existió  un hombre que se dedicaba a contar historias que parecian verdad.

 
Un día, un pesquero de ese reino se encontraba navegando por aguas muy lejanas cuando, de repente, se vio sorprendido por una embarcación de piratas.
 
Los piratas abordaron el pesquero y pidieron un rescate millonario por él. Todo el país se conmocionó. Los medios de comunicación, el gobierno, el rey, la oposición, el pueblo llano, las familias…. el mundo de la cultura (artistas, dobladores, cantantes….etc), no. Automáticamente dos buques de la Armada Real estubieron escoltando al pesquero en todo momento.
 
El gobierno de la nación que estaba presidido por Pinocho se dedicó a liarla y liarla y, nadie veía una salida fácil a aquella situación. Por fín, un día, se pagó el rescate; unos 2,5 millones de monedas de oro.
 
Enseguida, el Presidente Pinocho, la Vicepresidenta Bella y la Ministra de Defensa del reino, Caperucita dijeron al país que todo había acabado.
Tambien dijero que los piratas habían abandonado la embarcación y empezaron a huir.
 
Dijeron que los dos buques de la Armada Real, que tenia helicópteros, ametralladoras y marinos muy bien preparados intentaron capturar a los piratas en su huida, pero no lo consiguieron.
 
Los piratas tenían una pequeña embarcación a motor y algunas armas. Su embarcación corría menos que los buques de la Armada, su potencial armamentístico era inferior, no tenían helicópteros y, estaban muy lejos de la costa. Pero así y todo escaparon.
 
El pueblo supo enseguida que Pinocho les había vuelto a mentir. No habían dado la orden de apresar a esos piratas, sino todo lo contrario.
 
Al final, los piratas se escaparon con el dinero y el reino quedó ante todo el mundo como un país que no defendía a los suyos ni a su dinero. Como un país cobarde.
Pasaron los días y como todos los piratas se enteraron de lo que había pasado, dedicieron atacar solamente a los barcos de ese reino, ya que sabían que seguro saldría todo bien para sus intereses.
 
Como el pueblo no era tonto, Pinocho pagó muy caras sus mentiras. Bella y Caperucita Roja tambien fueron castigadas, y nombraron presidente a Gepeto, que era el único que no era mentiroso.
 
Moraleja, no mientas que al final, se coje a un mentiroso antes que a un cojo.
 
… y colorín colorado, este cuento se ha acabado. 

In Memoriam.

Cristo Ancor Cabello SantanaHola a tod@s.

No sé muy bien cómo empezar esta entrada. Esta noche cientos de imágenes y situaciones pasadas me vienen a la cabeza.

Yo, que he vivido situaciones duras, que he tenido la desgracia de perder compañeros por el camino; esta noche, no sé…..

Un Cabo del Ejército español ha muerto en Acto de Servicio. No ha derramado su sangre por su Patria. Lo ha hecho cumpliendo las órdenes de sus superiores, por lo que él, seguro, pensaba que era una causa justa y noble. Por eso, le honro.

No sé qué órdenes tendrán nuestros soldados en Afganistan. Supongo que al ser una misión humanitaria, una de ellas será no usar la fuerza en tanto en cuanto no nos ataquen primero; insisto, supongo.

Debo seguir conteniendo mi rabia contra los que mandan a nuestros soldados y marineros a luchar en guerras camufladas como misiones humanitarias, porque políticamente suena mejor y así ganan más votos. Esta noche no hablaré de ellos.

El Cabo Don Cristo Ancor Cabello Santana, ha entregado su vida con la satisfacción del deber cumplido. La bandera nacional esta noche dormirá con nuevas gotas de sangre sobre ella. Qué mayor honor que morir por tu patria si eres un miembro de las Fuerzas Armadas.

Lamentablemente, mañana solo será recordado por sus familiares, amigos y compañeros. Pasará a engrosar una ya larga lista de aquellos que dieron su vida por la Patria. Sinceramente espero que sea la última vida que perdamos todos los españoles.

Tambien espero que el Gobierno de la Nación reaccione de su hipocresía y llame a las cosas por su nombre, y obre en consecuencia; pero esta noche no hablaré de ellos,

……no se merecen ni siquiera mi desprecio.